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5 formas de ayudar a los refugios de animales
Los refugios de animales siempre necesitan toda la ayuda posible, y no solo en el sentido monetario. Hay muchas cosas que se pueden hacer para prestar apoyo a los peludos sin hogar y a los voluntarios que los cuidan...
Los perros abandonados son responsabilidad de toda la sociedad, aunque muchos no lo consideren así. Este ideal debe ser recalcado en todos los ciudadanos a través de campañas y mensajes de concientización.
Los refugios de animales y los rescatadores siempre requieren manos extras que puedan ayudar. A menudo se piensa erróneamente que todo lo que necesitan son recursos. Estos, por supuesto, resultan muy valiosos para poder costear los alimentos y las necesidades médicas de los animales que se rescatan, pero también hay muchas otras formas de colaborar. Te mencionamos a continuación las cinco principales:
1. Dona tu tiempo
En los refugios, los perros y los gatos están generalmente en jaulas, lo que les genera mucho estrés. Además, muchos de ellos han pasado por experiencias traumáticas (la calle no resulta nada fácil para esos animales indefensos que no pueden expresarse), por lo que suelen estar ansiosos y deprimidos.
Una buena manera de colaborar es visitando los refugios: llevarles algún juguete, una rica comida, hacerles mimos, rascarles la cabeza, cepillarles o sacarles de la jaula para dar un paseo. Sin duda, ellos lo agradecerán.
2. Organiza una colecta
Los refugios de animales y los rescatadores siempre necesitan medicinas, comida y cualquier otro material que sea útil.
Otra forma de ayudar es organizando una colecta en tu comunidad o a través de internet para conseguir mantas, toallas, medicamentos, juguetes, collares, arena para gato, croquetas, rascadores y material de limpieza, entre otras cosas necesarias.
3. Apadrina
¿En qué consiste el apadrinamiento de una mascota? Básicamente, se elige a un perro o gato y se asume la responsabilidad de aportar mensualmente la suma necesaria para cubrir sus gastos médicos y de alimentación. Además, también implica ir a sacarle de paseo y darle algunos mimos de vez en cuando.
4. Proporciona un hogar de acogida
Las fundaciones y los rescatadores independientes cumplen una tarea loable, pero muchas veces no pueden ayudar a un peludo que se encuentra en apuros porque no tienen espacio donde ubicarlo.
Por eso, otra manera de ayudar es ofreciendo tu casa como hogar de acogida, para poder ofrecer todos los cuidados posibles y amor a una mascota mientras aún no dispone de una familia definitiva. La idea es ayudarles en su recuperación para, después, darles en adopción.
5. Adoptar
Si se quiere ampliar la familia con un perro o gato, jamás se debe pensar en comprar, sino en adoptar a uno de un refugio.
Pero antes de tomar esta importante decisión hay que hacerse las siguientes preguntas:
¿Puedo mantenerlo en buenas condiciones? ¿Puedo dedicarle el tiempo que necesita? Si se saca a una mascota de un refugio es para garantizarle una vida feliz. Eso significa jugar con ella, llevarla al veterinario para cumplir con los controles médicos y proporcionarle agua, comida y juguetes.
Es importante tener en cuenta que las mascotas de refugio han pasado una vida difícil, pero lo único que necesitan es a alguien que sepa darles amor y que tenga la paciencia y empatía suficientes para convertirse en su familia ideal.





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